12 de abril de 2014

Un "bajito" que se las llevaba de calle


He de admitir que me pilló de sorpresa la noticia del fallecimiento de Mickey Rooney, pues hacía tantos años que no oía hablar de él que pensaba que ya llevaba tiempo criando malvas; un grave error mío, pùes al parecer no solamente seguía vivo, sino que incluso andaba en la preparación de una nueva versión cinematográfica del clásico de Stevenson 'The Strange Case of D.r Jekyll and Mr. Hyde'. El pasado domingo, 6 de abril el actor nacido en Brooklyn -todo un destino- fallecía en Los Ángeles a la edad de 93 años, y dejaba atrás una carrera cinematográfica tan larga que la inició con 6 años y murió prácticamente con las botas puestas.

Mi recuerdo de Mickey Rooney va inevitablemente unido a aquellos ya tan lejanos sábado de los años 60 en los que nos tragábamos las "pelis" de "Sesión de Tarde" casi por decreto-ley, y digo casi porque recuerdo haber llegado a renunciar a cierto ciclo dedicado a Estrellita Castro. Mickey Rooney solía aparecer como un joven alegre, dinámico y desenfadado; recuerdo películas míticas como "Capitales intrépidos", "Forja de hombres", ambas junto a Spencer Tracy, "Fuego de juventud", con una jovencísima Elizabeth Taylor y "Prueba heróica", sin olvidar su papel de Thomas Alba Edison en "El joven Edison", una de esos filmes biográficos con toque didáctico. Rooney fue propuesto en cuatro ocasiones para los Oscars: en 1939 por "Hijos de la farándula", en 1943 por "La comedia humana", en 1956 por "Amanecer sangriento" y en 1979 por "El córcel negro", pero los respectivos jurados prefirieron a Robert Donat, Paul Lukas, Antonhy Quinn y Melvin Douglas y Mickey hubo de conformarse con uno de esos Oscar honoríficos que suenan a consolación y que le dieron en 1982.

A la vista de las películas que nos soltaban en la tele durante mi infancia, la imagen que me quedó de Mickey Rooney era la de un chavalote simpático y bastante ingenuo, bajito -medía 1,59- y que siempre buscaba amores imposibles; la realidad fue bien distinta, pues el actor se casó ocho veces, la primera nada menos que con Ava Gadner, además de haber mantenido sonados romances con Marilyn Monroe y Lana Turner, ... es decir, que se trataba de un "bajito" que se hacía con las mujeres más glamourosas y "demás" del Hollywood de la época. Parece que las mujeres fueron la corona y la tumba de Rooney, pues tantos divorcios y tantos hijos a cargo le llevaron a la ruina y a tener que trabajar a todo trapo para pagar deudas y pensiones. Ahora le llega el turno de descansar, que lo haga en paz el simpático Mickey Rooney.

6 comentarios:

tomae dijo...

¿Qué tal le va al Zaragoza? ;)

Modestino dijo...

Sin novedad ... por desgracia ....

Tommy dijo...

Al hilo de eso de que le creías criando malvas hace tiempo, te contaré que el actor Steve Martin, oficiando de presentador de la ceremonia de entrega de los Oscar hace algunos años aunque no tantos, saludó en público a Mickey Rooney, que estaba sentado en una butaca de las últimas filas de la platea, y le dijo, a modo de excusa cómica, que tenía que haber ocupado un asiento de la primera fila pero que al final resultó que ese asiento estaba reservado para Vin Diesel (que es, para quienes tengan el buen gusto de no ver determinado tipo de pelis de las de ahora, el musculitos que aparece en las sagas de "Riddick" y "Fast and furious"). El chiste de Steve Martin no dejaba de subrayar el poco peso específico que lamentablemente tienen en el Hollywood de hoy en día intérpretes que deberían ser considerados como auténticas leyendas, especialmente cuando, como en este caso, han trabajado en el cine (o en la TV) durante varias décadas y de forma ininterrumpida: Rooney, que ya era una estrella en los años 30, no dejó de trabajar en más de ochenta años, y creo que aún tuvo tiempo de terminar su colaboración en la tercera parte de "Noche en el museo", que se estrenará esta Navidad.

Y si me preguntan por mi personaje favorito de Rooney, diré inmediatamente que es Mr. Yunioshi, el vecino japonés de Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes". Aunque parece que a Bruce Lee le ponía de los nervios, porque pensaba que ese personaje ridiculizaba a los orientales. Pero no era menos torpe el inspector Clouseau, por citar otra famosa criatura de Blake Edwards, y no sé de ningún galo, gendarme o no, que se sienta ofendido por eso... En fin, que de Bruce Lee casi que me quedo con esa frase tan guay de "be water, my friend".

Modestino dijo...

Magnífica aportación a un post que se estaba yendo de vacío ... Gracias¡¡¡¡

Tommy dijo...

De nada. Ahora estaba pensando que los franceses tienen otros motivos más serios que Clouseau para sentirse molestos, sobre todo a la vista del comportamiento público de algunos miembros de su clase política. Pero ese comentario se lo dejo al gran Brunetti, admirador como es del pueblo francés.

Alberto dijo...

Yo estoy con Tommy, el papel que más me gustó de Mickey Rooney fue el de Mr. Yunioshi en "Desayuno con diamantes", era desternillante.

Además siempre estará en mi corazón porque tenía un papel en una de mis peliculas favoritas de todos los tiempos, "Capitanes Intrépidos".