5 de febrero de 2014

Una gran carrera cinematográfica que se ha quedado incompleta.

Me enteré del fallecimiento de Philip Seymour-Hoffman a través de Tommy: me mandó un mensaje -es tan inteligente que no se ha rendido al washapp- en el que me preguntaba si haría un post a la vista de que Seymour era uno de los actores de "Esencia de mujer", una de mis películas preferidas. No obstante, el film de Martin Brest es un producto al servicio de Al Pacino -inolvidables el tango, el Ferrari y el discurso final- y queda claro que el actor dramáticamente fallecido el domingo a la edad de 46 años pasará a la historia por muchísimo más que por su papel de joven del film referido. Mentiría si dijera que se trata de un actor cuya trayectoria y relevancia he seguido de cerca, pero ha sido llamativa la unanimidad de cineastas y expertos en remarcar la enorme calidad de un intérprete cuya temprana desaparición frustra una carrera que se anunciaba brillantísima, aunque haberla cerrado con un Oscar y tres nominaciones antes de cumplir los cincuenta no está nada mal. Un "vecino" de facebook citaba una frase de un artículo publicado a raíz de su muerte: "el hecho de que este tipo de actores haya ido copando papeles principales en películas de éxito se debe a que sus roles, los que jamás interpretarían Matt Damon o George Clooney nos ponen delante del espejo. Sus papeles y sus vidas más allá de la pantalla son más nosotros mismos que los guapos oficiales.", no se si la frase es textual o la idea captada por mi amigo de redes sociales, pero me pareció interesante y la traigo aquí.

Seymour-Hoffman Hoffman consolidó una sólida carrera en el cine interpretando personajes variados y de especial idiosincrasia en roles secundarios, trabajando con una amplia variedad de cineastas notables como Todd Solondz, los hermanos Coen, Spike Lee, Cameron Crowe, David Mamet, Robert Benton, Anthony Minghella y Paul Thomas Anderson. Tras "Esencia de mujer", el actor siguió a la sombra de actores que tenían entonces más "caché": "Cuando un hombre ama a una mujer" (1994), "Twister" (1996), "Boogie Nights" (1998), "El gran Lebowski" (1998), "Happiness" (1998) y "Magnolia" (1999). En 1999 ocupa más espacio de cinta en "El talento de Mr. Ripley", la versión que Anthony Minghella dirigió de la gran novela de Patricia Highsmitt con un reparto lleno de oscarizados: Matt Damon, Gwyneth Paltrow, Jude Law, Cate Blanchett. En 2002 destacan sus trabajos en "Casi famosos", "Embriagados de amor" y, muy especialmente, "La hora 25", donde borda su papel de un tímido profesor de instituto enamorado de una de sus alumnas y sin olvidar su cabecera de cartel en "Con amor, Liza" (2002). Tras su trabajo de obsesivo predicador en "Could mountain" (2004), a Seymour-Hoffman le llegó su gran hora con "Capote" (2005), el film de Bennett Miller en el que da vida al histriónico personaje con tanto acierto que le valió el Oscar a la mejor interpretación masculina. La estatuilla supuso su consagración y la certeza de que estábamos ante uno de los mejores. Hasta llegar a pisar alfombra actor había interpretado una gran variedad de personajes: homosexuales ("Boogie Nights", "Flawless" y "Capote"), adinerados desmedidos ("Esencia de mujer", "Patch Adams" y "El talento de Mr. Ripley), figuras comprensivas ("Magnolia" y "Casi famosos"), matones ("Embriagados de amor" y "Misión Imposible III"), un inescrupuloso periodista de la prensa amarilla (Freddy Lounds, en "Red Dragon") y un solitario pervertido sexual ("Happiness").

En 8 años aún tuvo tiempo de tener tres nominaciones más: "La guerra de Charlie Wilson" (2007), donde encarna a un extravagante oficial de la CIA, "La duda " (2008), en la que interpreta al Padre Flynn, un apasionado y carismático sacerdote y "The master", en el papel de Lancaster Dodd, un intelectual brillante y de fuertes convicciones que crea en 1952 crea la iglesia de la cienciología. En los tres casos fue nominado como mejor actor de reparto; Javier Bardem ("No es país para viejos", Heath Ledger ("La noche oscura") y Christopher Waltz ("Django encadenado") impidieron que repitiera esatuilla. "Synecdoche, New York" (2008), "Los idus de marzo" (2011), "El último concierto" (2012) y las tres entregas de "Los juegos del hambre" fueron otros trabajos excelentes de Philip Seymout-Hoffman entre tanta nominación. Las drogas han cortado de cuajo una carrera que se anunciaba excepcional, es triste pero su trabajo permanece. Descanse en paz.

9 comentarios:

Alberto dijo...

El mejor actor de los dos últimos lustros. Su muerte me ha dejado KO, aunque sabía que tenía problemas con las drogas, no pensaba que había llegado a este nivel de deterioro.

El martes ví "The Master", en la qu está, como siempre, soberbio. Hace unas semanas ví "El último concierto", y esa película seguro que te encanta, Modestino, y por supuesto Hoffman vuelve a salirse.

Estoy harto de que se mueran los buenos actores, como hace unos meses James Gandolfini.

Modestino dijo...

Tomo nota, he de admitir que este actor, como Gandolfini, le tenía poco visto. Todos los que sabéis de verdad de cine sois unánimes.

sunsi dijo...

Me impactó "La duda" ... Tremendo actor; qué lástima de vida truncada, Modestino. Descanse en paz.

Tommy dijo...

Aunque trágicamente interrumpida, la carrera de este actor mayúsculo ya puede considerarse como grande. No hay más que ver las películas que se relacionan en el post, en su mayoría notables (a las que me permitiría añadir "Antes que el diablo sepa que has muerto", el maravilloso último film de Sidney Lumet), aunque incluso en títulos menos prestigiosos como "Misión Imposible III" quedaba de manifiesto su talento interpretativo: le bastaba el primer minuto de la peli para acojonar a Tom Cruise y a los espectadores en general, que sólo con verle la cara ya tienen claro que cuando termine la cuenta atrás no va a tener ningún problema en cumplir su amenaza y volarle la tapa de los sesos a Michelle Monaghan. Y qué no decir de "El talento de Mr. Ripley", en que también le bastan unos pocos minutos para caracterizar a Freddie Miles tan bien como si lo estuvieras leyendo en la novela de Patricia Highsmith. O ese cara a cara estremecedor con Joaquin Phoenix en "The master". En realidad, la imitación, más que interpretación, de Truman Capote puede que sea uno de sus trabajos menos interesantes, aunque le valió un justo reconocimiento a su talento. Hemos perdido a un actor irreemplazable; a ver cómo se las apañan sin él en las sucesivas secuelas de "Los juegos del hambre".

Tommy dijo...

Enlace al prólogo de "Misión Imposible III". Está en V.O., pero merece la pena escucharle in english.

https://www.youtube.com/watch?v=X-gLCN1eM0o

Sirva de fe de erratas. He dicho que era una cuenta atrás y es evidente que Hoffman cuenta del One al Ten.

Alberto dijo...

Otro pedazo papel que realizó Hoffman fue en "La familia Savage", una película independiente, en el que interpretaba a un profesor universitario, que junto a su hermana, tenían que hacerse cargo de su anciano padre discapacitado. La recuerdo con mucho agrado.

Modestino dijo...

Sabéis mucho ... me quedo muy rezagado, ;).

Susana dijo...

Yo sólo sé que para cuarenta y seis años estaba muy estropeado. Yo le hubiera echado diez más. Un beso.

Modestino dijo...

Profesionalmente era sin duda un actor pleno, maduro.