3 de febrero de 2014

Fallece Luis Aragonés


El pasado sábado nos levantamos con la noticia del fallecimiento de Luis Aragonés; al no estar enterado de su enfermedad la noticia cayó como un auténtico mazazo entre quienes seguimos el fútbol, que en mi caso se remonta a hace casi 50 años, sin exagerar un ápice, pues mi primer conocimiento del llamado "sabio de Hortaleza" se produjo con los cromos de la Editorial "Fher" allá por los años 64 y 65, cuando el madrileño se vestía de corto cada domingo con la camiseta del Atlético de Madrid. Luis era un hombre peculiar, un personaje que en ocasiones parecía un "cachazas", a veces un "somarda" y casi siempre un hombre cargado de sentido común y sabiduría futbolística. Era admirable la enorme capacidad de Luis para enfrentarse a los periodistas en las ruedas de prensa, sabiendo salir airoso casi siempre de preguntas y cuestiones, muy especialmente en aquellos partidos que no habían terminado bien para su equipo y en los que sabía ponerse el mundo por montera y contestar con habilidad y sabiduría.

Como entrenador Aragonés fue un auténtico monstruo, creo no equivocarme si afirmo que nunca lo hizo mal, y eso que su trayectoria se extiende nada menos que a cuarenta años en los banquillos. Recuerdo perfectamente cuando en la temporada 1974-75 pasó de la noche a la mañana de jugador a entrenador del Atlético de Madrid al ser cesado el mítico míster argentino Juan Carlos Lorenzo. En la carrera profesional de Luis Aragonés hubo muchos equipos, aunque sin ninguna duda su nombre siempre irá unido al Atlético de Madrid, y es que Luis para los colchoneros es como Cruyff para el Barça, Di Estéfano para el Real Madrid, Bobby Charlton para el Manchester United o Beckenbauer para el Bayern de Múnich. No obstante, si tenemos en cuenta que ha ocupado las banquetas de F.C. Barcelona, Sevilla, Valencia, Betis, Español, Mallorca y Oviedo, no cabe duda de que nos encontramos ante uno de los expedientes más brillantes de los últimos tiempos en España. Eso sí, por encima de tanto trabajo bien hecho y unos cuantos títulos -1 Liga, 4 Copas del Rey y una Supercopa-, su nombre queda bordado con letras de oro al ganar con la selección nacional la Eurocopa de 2008; 44 años llevaba nuestra selección nacional sin ganar absolutamente nada, brillando tan sólo en los amistosos y en alguna ocasión aislada que siempre terminaba en frustración. Es cierto que contó con la mejor generación de jugadores de nuestra historia, pero sería un error atribuir este hecho tan sólo a las virtudes de quienes se vestían de corto: Luis supo sacar el máximo partido de sus hombres y convertir una selección "angustiada" en un grupo ganador. Los aficionados al fútbol de España le debemos a Luis que nos diera la gloria que habíamos llegado a pensar que era imposible conseguir.

Pero Luis antes de ser entrenador fue un futbolista formidable; le costó llegar y hasta consolidarse en la élite hubo de penar por esos campos difíciles con las camisetas del Getafe, Real Madrid -en su filial, Plus Ultra-, Recreativo de Huelva, Hércules, Oviedo y Betis; fue en el Villamarín donde se consolidó como un excelente futbolista y a los 26 años llegó al Atlético, equipo en el que ocupó el interior diestro de la mítica delantera formada por Ufarte, Luis, Gárate, Adelardo y Collar; posteriormente otros jugadores como Salcedo, Alberto, Irureta. Becerra, Ayala, ... Luis, que ganó tres ligas y dos copas con los del Manzanares, era un interior de buena técnica, con un guante en su pierna derecha y capacidad goleadora, con unas cifras increíbles para un centrocampista: 123 goles en once temporadas con la camiseta blanquirroja, llegando a ser "Pichichi" exaequo con Amancio y Gárate en 1970. Por encima de todo, Luis Aragonés destacaba al sacar faltas directas al borde del área, el balón tomaba una dirección increíble de ariba-abajo y era letal; en 1974 marcó así un gol a Sepp Maier en la Final de la Copa de Europa que su equipo disputó al Bayern de Múnich y que sólo amargó un increíble gol de Schawazenberg en el descuento de la prórroga.

Luis Aragonés dedicó una vida al fútbol y siempre lo hizo bien. Descanse en paz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú nos dijiste que la muerte,
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos.
Nuestro destino es vivir
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.

Modestino dijo...

Hay tipos con humor ...

Brunetti dijo...

Según se cuenta (aunque vete a saber), el bueno de "Zapatones" tenía debilidad por toda clase de juegos de azar, especialmente, bingos y casinos.

Alguna vez leí que, como consecuencia de dicha afición, su patrimonio estaba bastante capidisminuido, teniendo en cuenta el mucho dinero que atesoró durante su dilatada vida de jugador y entrenador.

Eso me trajo a la memoria aquello que supuestamente dijo en una ocasión el gran George Best cuando le preguntaron por sus ganancias: "Me lo gasté todo en mujeres, alcohol y coches. Y el resto, lo dilapidé".

Salud!

tomae dijo...

Cuando lo veía en ruedas de prensa, siempre pensaba que o el periodista tenía que saber mucho de fútbol ...o tenerlos bien puestos.

Modestino dijo...

eso también había oído yo, Brunetti, incluso se aseguró que el año que dimitió el Betis antes de comenzar la temporada fue precisamente por la depresión que tuvo a raíz de los problemas con el juego, pero por encima de todo fue un gran profesional.