28 de septiembre de 2008

Aprendiendo a sufrir

En el partido de ayer el Real Zaragoza se jugaba mucho: encadenar dos victorias consecutivas, la última vez que había ocurrido que se remontaba al puente de Todos los Santos del 2007, equivalía a encaramarse al grupo de cabeza, algo que por mucho que aún estemos en los primeros compases del campeonato tiene ya mucha importancia. Por esta razón el triunfo de ayer tiene un valor muy especial.

Muchos habíamos advertido que el partido de ayer tenía trampa: porque un equipo en crisis y herido como el Murcia puede ser peligroso, porque Javier Clemente es viejo zorro, porque a todo equipo le resulta, no se sabe porqué, especialmente complicado amarrar dos triunfos consecutivos cuando juega dos partidos seguidos en casa y .... porque los aficionados maños no nos fiamos de nuestro club favorito. Y efectivamente, conseguir los tres puntos fue complicadísimo, tanto como que en algún momento hasta el empate nos empezó a parecer un resultado aceptable.

Del encuentro de ayer, que no fue bueno, se pueden hacer valoraciones positivas; la primera es que, por encima de las lagunas y defectos que siguen existiendo, el equipo tuvo actitud, luchó hasta el final y consiguió levantar un partido en quince eléctricos minutos finales, algo al que no estamos precisamente acostumbrados en La Romareda. Y en la balanza de lo bueno hay que poner la trayectoria, pues aunque aún no encandile el juego aragonés, lo cierto es que ya estamos entre los mejores y se intuye cierta inercia de superioridad que, evidentemente, habrá que confirmar en sucesivas semanas.

En este lado bueno del conjunto de Marcelino quiero referirme a cuatro nombres propios; el primero es el de Pavón; el exmadridista ya gustó el pasado domingo y ayer volvió a confirmar su mejoría, fue el mejor del bloque defensivo y logró el gol del empate. Hay que agradecer al mister zaragocista que haya confiado contra viento y marea en el central y a Pavón que haya sabido superar tanta presión y tanto exceso en las críticas.

Hay que volver a hablar de Jorge López, aunque ayer no brilló al nivel del partido frente al Elche, el riojano volvió a ser clave y sirvió los dos centros que concluyeron en los goles de la remontada. Ya es un ídolo de la afición y tendrá que saber que el listón de la exigencia ya lo tiene muy alto.


Finalmente quiero citar a dos de los jugadores que salieron tras el descanso y que tuvieron mucho que ver en el triunfo final del equipo; uno de ellos es Ricardo Oliveira, el ariete brasileño aún no está en plenitud de facultades pero su concurso es necesario en la vanguardia blanquilla, no solamente por un olfato de gol que ayer volvió a acreditar, sino porque su sola presencia intimida a los defensas rivales. El otro destacado es Zapater, el canterano jugó solamente 25 minutos, pero demostró que es alguién importante en el equipo. Como tantos canteranos ilustres -Violeta, Planas, Cani,...- el de Ejea ha sido incomprendido en su propia casa, pero hoy por hoy pienso que debe tener sitio principal en el once inicial.

Pero el partido tuvo sus puntos oscuros; aún no se ve un conjunto sólido y se siguen teniendo excesivos despistes defensivos: ayer el primer tercio del encuentro volvió a demostrar que quedan por pulir las lagunas defensivas del equipo: resulta desesperante que nos hayan vuelto a marcar un gol en jugada de estrategia. Desde mi punto de vista López Vallejo, excelente de reflejos y agilidad, no domina la defensa y sale mal, mientras que a Pignol lo veo muy justo de calidad y a Paredes de forma física. También hay déficits en medio campo, Marcelino aún no ha encontrado la combinación adecuada para que haya más creación.

Quiero referirme a tres nombres propios más: Gabi, un jugador al que veo condiciones para ser un medio centro muy completo y que a la hora de la verdad ofrece una de cal y tres de arena, su partido de ayer le ayuda muy poco a reivindicar una posición protagonista; Braulio, a quien se está criticando despiadadamente y con quien hay que tener paciencia: lucha mucho y no me parece justo que ya se le niegue el pan y la sal desde prensa y afición y Songo'o, quien ayer jugó sus primeros 45 minutos oficiales con el equipo y a quien vimos maneras, pero también bisoñez y aceleración: es un fichaje de futuro, aunque a veces este tipo de adquisiciones no resultan bien, como ocurrió en los finales d elos 90 con Nordin Wooter, el holandés de quien se decía era una futura figura birlada al mismísimo Ajax y que acabó siendo un "pufo", aunque también ha habido experiencia positivas, como los paraguayos Diarte y Amarilla hace muchos años o David Villa recientemente.

Voy a mencionar, finalmente, dos temas interesantes; por un lado he de reconocer que me sorprendieron las palabras finales de Marcelino al final del partido; no son habituales esos alardes de sinceridad en los entrenadores de nuestra Liga; si lo hizo como modo de espolear a sus jugadores, me parece una idea inteligente, si es simple desahogo, pienso que debería lavar en casa los trapos sucios.

Por otra parte, me sigue pareciendo excesivamente exigente la crítica de los medios locales hacia el juego del equipo; es verdad que no es para tirar cohetes y que todo reportero ha de ser objetivo y no dejarse llevar por forofismos y euforias resultadistas, pero en ocasiones hasta intuyo un cierto regocijo en el encono.

El próximo sábado el Zaragoza juega en Alicante frente al histórico Hércules, un conjunto bien trabajado y que está en lo más alto de la tabla. Su entrenador es una de las jóvenes promesas de los banquillos nacionales: Juan Carlos MAndía, que jugó en su día, entre otros equipos, en el Real madrid B y en el Español y cuenta en sus filas con jugadores de la categoría de Abraham Paz, Unai Expósito, Dani Bautista, Ruz, Farinós, Javi González, Fernando Sales, Tuni, Tote, Delibasic y Ruben Navarro, todos ellos con bastantes partidos en la máxima categoría. Un rival de mucha entidad y un partido en el que el Zaragoza debe de demostrar que por algo es el equipo más temido de la categoría. No va a ser nada fácil, pero puntuar en el Rico Pérez sería dar un paso de gigante por lo menos tan importante como el de ayer.



Fotos: www.diarioequipo.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Suscribo al 100% todos tus comentarios.

Un abrazo.